Entre las hierbas y flores creces por montones,
y difícil es no encontrarte en un valle fragante.
Amarilla de encanto rebosas junto a las perladas rosas.
Sencilla flor de la brisa viajera, audaz, aventurera,
de puntitas y a escondidas hasta mi patio llegas.
Risueña y alocada de repente apareces despeinada,
me divierte tu encanto y simpleza,
aquella que me invita a soñar por un breve instante
cerrando mis ojos y soplando muy fuerte,
hasta que el viento arrastre en cada una de tus mágicas semillas
la flor de mi anhelado deseo.
Carolina Massa
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