Ansiedad que te acurrucas en mi pecho,
hoy me inclinaré para regalarte un beso.
Quiero que hagamos las paces y que
dentro de mi
por fin descanses.
Quiero que me permitas conocer,
lo que te esfuerzas por esconder.
Quiero aflojar los pensamientos que te
aprietan y cambiarlos por unos de tu
verdadera talla.
Para que puedas cómoda y ligera
respirar sin prisa,
sintiendo de nuevo la brisa y conquistes la cima de cada montaña.
Ya no hay razones para esconderte, la
tormenta ya pasó.
El sol está brillando y espera
paciente a tu valor.
Las alas del coraje ya crecieron y tus
ojos ya dejaron de llover,
vuelve a mirar al cielo que es de donde
viene el poder.
Carolina Massa.
Me encanta amiga... como todo lo que escribes!
ResponderEliminarAmiga, que alegría!
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