Creía que vivir era sólo existir
y que el existir era una posesión obligada,
que se hace invisible en la seguridad de su constancia.
Desde la profundidad de un sueño, una voz urgente
me alcanzó desprevenida, revelándome una
lección que jamás olvidaría.
La voz era impactante y resplandecía,
la luz se incorporaba en mi pensamiento
el cual se aferraba con fuerza al recuerdo que
iluminaría mi arrogante vigilia.
Mi consciencia abrió sus puertas, le dio la bienvenida al mensaje
que la luz contenía, esta con dulzura susurro a mi lucidez:
"La vida es un frágil y profundo regalo,
un milagro fragmentado durante el tiempo que cobija.
Vive conforme a esta verdad y entenderás que la vida
debe ser celebrada y honrada a cada instante,
porque en la delicada ilusión en que la vida descansa,
noble y efectiva funciona en el anonimato".
Seré homenaje, humildad,
gratitud, asombro, aceptaré la inmerecida oportunidad de suceder
y ser más que
mero vació.
-Carolina Massa
Wow!
ResponderEliminarMadre miaaaaa cuanta profundidad en palabras describida...y orgullo de saber que el arte familiar no se pierde.
ResponderEliminarMuchas gracias de corazón!
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