abrázame fuerte y siembra en mi pecho la flor de tu melancolía, la que prometo mantener viva y regar con poesía.
Me hace falta sentirte cerca, poder hablarte de lo que es solo mío,
Refugiarme en tu silencio que a veces resbala y gotea.
Siempre vuelvo a tus brazos que me acunan
Como niña.
Soledad cántame al oído hasta dormir mi tristeza
Despídete con un beso y una promesa.
La promesa de que aunque te vayas lejos, no será para siempre.
Que Volverás en pequeñas y espaciadas visitas
aunque no te busque aunque no te llame.
Necesito en tu breve compañía cuidar de mi ingenua alegría.
Qué sería de mi alegría sin un poco de soledad y tristeza?
Insania?
-C.M
Poderte hablar de lo que es solo mío.
ResponderEliminarLa soledad es y siempre ha sido la experiencia central e inevitable. Gracias Gloria!
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