Cuando la Belleza nos Supera: El Síndrome de Sthendal.

Recuerdo la reacción de mi hija que tenia sólo dos años cuando vió el mar por primera vez, me abrazo fuerte y comenzó a llorar. Hay personas con una gran sensibilidad y al encontrarse con paisajes, obras de arte o incluso al escuchar una canción tienen una reacción insólita. Seguramente te pasó y no supiste darle un nombre o catalogarlo como una situación psicológica particular. 

Son una serie de síntomas encontrados en los viajeros que han dado origen y definición a este síndrome. En su definición habla de un malestar psíquico derivado de una exposición a un entorno rico en  objetos de arte y belleza. Fué definido por la psiquiatra Graziella Magherini, como resultado de la atención y observación de viajeros que consultaban en la ciudad de Florencia, la cual es reconocida por su belleza y Arte. El nombre de este síndrome es por el escritor francés Henri-Marie Beyle, quien usaba como seudónimo Sthendal, en uno de sus escritos hace una descripción de una serie de sensaciones que experimentó en la ciudad de Florencia al visitar la Básilica de Santa Cruz los cuales más tarde constituirían el cuadro psicológico denominado Síndrome de Sthendal.

“Había llegado a ese grado de emoción en el que se tropiezan las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme." -Sthendal.

Ha existido gran controversia acerca de este trastorno transitorio y que cabe dentro de la normalidad, sin embargo ha sido reconocido por los psicólogos clínicos. Las diferentes manifestaciones artísticas y lo bello nos conmueve, sin embargo como lo mencioné al inicio hay personas más susceptibles por su gran sensibilidad, lo que las hace altamente sugestionables.

Las personas altamente sugestionables tienen mucha imaginación, gran concentración y una inteligencia destacada. También gozan de tener una gran capacidad para empatizar, es decir ponerse en el lugar del otro y sufrir con él de igual forma.

Somos contradictorios con nuestras emociones: reímos por no llorar o lloramos de la risa y dudamos de la felicidad cuando esta nos toca. ¿Cuántas veces nos hemos sorprendido diciendo "tanta dicha no puede ser cierta"? Así somos los seres humanos y esto se refleja al estar frente a lo que nos desarma psicológicamente y nos toca hasta la fibra mas íntima de nuestro ser.

Este síndrome también es explicado como una experiencia entre el Éxtasis y la ansiedad, producto de unas expectativas sobrepasadas produciendo una sensación displacentera frente al desequilibrio momentáneo que decae al pasar la sorpresa inicial habituándonos. El filósofo y escritor Miguel de Unamuno especifica que la diferencia entre el hombre y el animal está en los sentimientos, no en lo racional. Él dice que el hombre es un animal de sentimientos y en especial el estético. Esto tiene que ver con el placer y el displacer que produce una persona al contemplar la naturaleza y el arte. 

El ser humano puede acceder al sentimiento estético de tres maneras: como creador, como contemplador y como pensador o crítico. Baumgarten, profesor y también filosofo (1740),  habla que el ser humano no puede ser reducido al conocimiento y que este no es únicamente científico, hay un conocimiento de lo sensible, el cual es autónomo y de igual importancia como el científico. La estética es la ciencia de las representaciones claras y confusas que consta de una intuición que le permite ver, presentír, saber, conocer qué y no por qué. 

Lo que determina el sentir en las personas es lo bello y la estética es la relación del hombre con lo bello, ya sea en la naturaleza o en el medio artístico. No obstante Kant afirma que la verdadera experiencia estética es la que nos aporta la naturaleza por su libertad al no sugerir nada como lo hace el arte. Me identifico con la postura de Kant, al pensar que la verdadera belleza es la armonía que se promueve entre nuestro conocimiento y nuestra sensibilidad al mirar. Podemos decir que algo es bello cuando hay una contemplación libre y desinteresada  justamente la que hay en la mirada de un niño.

''La belleza no mira, sólo es mirada''

-Albert Einstein