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“Cómo vas a progresar y ser feliz, si no dejas de compadecerte.”

La auto-compasión nos ayuda a consolarnos repartiendo las cargas de las responsabilidades que hay en las circunstancias en otros aspectos o personas, para analizar optimizando los recursos para responder ante las circunstancias en una forma más amable y gestionar mejor las emociones difíciles cómo: la vergüenza, miedo, tristeza, ira, duda aportando sosiego a nuestra vida. 


La auto-compasión significa: desarrollar buena voluntad hacia nosotros mismos, lo que promueve que nos demos cuenta de que estamos sufriendo por algo. También para sentir compasión por otros debemos ser sensibles para notar el dolor que otros sufren en determinadas circunstancias, reconociendo que la imperfección hace parte de la experiencia que como humanos compartimos.


Sin embargo debemos tener cuidado poniéndole límite al mecanismo de la auto-compasión para no quedarnos en el papel de eternas víctimas por el contrario buscar superar la auto-crítica destructiva y el juicio abusivo para encontrar salud y sobreponernos a los obstáculos o limitaciones de un momento determinado aceptando nuestra condición humana de tener que ser confrontados con el error, el fracaso, la adversidad y el dolor de las perdidas.


Es importante asumir las responsabilidades que tenemos en las decisiones que tomamos para entender en parte que los resultados no siempre son lo que queremos y poder mejorar nuestras estrategias para nuevos intentos. 


No nos quedemos paralizados con sentimientos que nos desmotivan y desvalorizan, en lugar de eso,  busquemos inspiración con las experiencias anteriores superadas o de otros para nuevamente llenarnos del valor que corresponde para poder seguir adelante.


Cada problema debe ser dimensionado con la magnitud que a merita para buscar la ayuda indicada y trabajar en las posibles soluciones.


No nos alejemos de los demás, busquemos apoyo, dándonos la oportunidad de hablar de lo que nos pasa con personas indicadas que nos pueden brindar alivio y consuelo durante esos estados de crisis.


La auto-compasión debe ser un mecanismo transitorio y entenderlo como una forma de sobreponernos a un momento que no refleja nuestra total realidad ni nuestro porvenir, cuestionemos los modelos que hemos tenido en nuestra infancia y a lo largo de nuestra historia, aprendizajes que hicimos en momentos de vulnerabilidad e indefensión que ya no aplican a lo que somos ni a nuestras capacidades y posibilidades actuales. 


Hay que desarrollar un plan de vida y pequeños proyectos en el proceso: Estableciendo unas metas claras y realistas, para motivarnos dirigiendo nuestra mente al proceso de lograr cada objetivo. Esta actitud nos proporciona la sensación de auto-control y fortalece nuestra autoestima. Busquemos y centrémonos en los aspectos positivos que hay en nuestra vida, generalmente enfatizamos en lo negativo y pasamos por alto las ventajas que tenemos.


Hay personas que son extremadamente duras consigo mismas debido a que el sufrimiento emocional que están soportando es muy grande y la manera en que lo llevan es tratando de negarlo, minimizarlo o recriminándose, e incluso pueden ser más tolerantes con los demás que con ellos mismos. Esta falta de compasión las pone en riesgo de padecer problemas psicológicos, recientes estudios en Alemania y Canadá han encontrado una relación entre la auto-compasión como un protector contra la depresión. Por lo tanto, la auto-compasión es tener la actitud sana en los momentos de lucha, ser tan duros con nosotros mismos es lo que nos hace más vulnerables y nos estanca.



"Nunca vi a un animal salvaje sentir lástima de sí mismo. Hasta el más pequeño pájaro caerá muerto de una rama sin haber sentido jamás lástima de sí mismo"

— D.H.Lawrence


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