Estamos
entrando en fechas donde las ciudades se preparan para la
celebración, el comercio nos presenta sus mejores ofertas para
llevar aquella festividad a casa y estar en consonancia con el tema
navideño. Pero independiente de las fechas y la fiesta de este mes,
seguimos en nuestro proceso personal y la vida sigue presentando
desafíos y circunstancias difíciles.
La
navidad no llega con su encanto para todos, es algo que debemos tener
presente. Se pueden experimentar pérdidas y grandes
desilusiones que se sienten más pesadas por todo el tinte
frenético de alegría que se respira en el ambiente en
general. Cada quién recrea la navidad de formas diferentes
también por su religión, su cultura y referencia
familiar.
Hay situaciones conflictivas como incertidumbre económica, desempleo, duelos, soledad, enfermedad entre otras que agregan estrés y malestar a nuestro ánimo. Se puede estar atravesando una crisis de pareja, hay tensión en la relación que no permite pensar con ilusión y agrado el tiempo juntos. También pueden presentarse problemas familiares por rivalidades no resueltas a pesar del paso de los años. Otro posible detonante de conflictos es la planeación de los festejos como por ejemplo el definir el lugar de reunión a quien invitar y qué regalos ofrecer.
Hay
situaciones personales que silenciosamente nos rondan. La
circunstancia de terminar un año nos enfrenta con nosotros mismos y
la vida que pretendemos tener. En algunos se despiertan miedos
acerca de lo efímero del tiempo y la existencia, llevándolos a caer
en ansiedad y depresión.
Pero
todo podrás resistirlo y superarlo a pesar de que el ambiente
no sea muy prudente: con tu esperanza puesta en Dios y con expectativas realistas, un regalo caro no
equivale sentir un amor más grande. Hay que hablar con los hijos y
aterrizar sus anhelos con las posibilidades y las circunstancias con
amor y creatividad. Buscar estar en calma sin someterse a estar como
no se desea. Escuchar música inspiradora puede ser una
alternativa y hacer actividades que te proporcionen la
tranquilidad que necesitas tener. Hay que hacer énfasis en qué
es lo importante, una gran cena no mejorará las relaciones como
tampoco cumple con el objetivo de lo que se está homenajeando.
Que
Nazca la fe, la esperanza, el consuelo, el amor, el reposo y la
paz con más fuerza en tu corazón y te ayude a vivir lo que la vida
te presenta.
Dios
te Bendiga y te acompañe en estas fechas.
La
paz no es la ausencia de conflicto,
sino
la presencia de alternativas creativas
que
nos ayuden a solucionar el conflicto.
Dorothy
Thomas
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