Todos recordamos los cuentos que llenaron nuestra niñez de fantasía, que desarrollaron nuestra capacidad de análisis y nos enseñaron incluso valores importantes que hoy en día rigen nuestra vida.
El cuento constituye una herramienta muy efectiva para asimilar la realidad ya que son acogidos de forma más directa y clara por su sencillez, en especial en los más pequeños. Los niños desarrollan la capacidad de pensar con símbolos e imágenes a partir de los 18 meses paralelamente con el lenguaje. También los padres por medio de los cuentos pueden fortalecer el vínculo afectivo con sus hijos y a la vez ayudarles a desarrollar su imaginación, enriquecer su lenguaje, potencializar su inteligencia e identidad.
La mente y las emociones son estimuladas por medio del lenguaje. A través de las palabras y los sonidos de la voz de la madre y el padre, el niño percibe el amor, la seguridad, la aceptación y esto fomenta su autoestima. Los sentidos se despiertan, el oído, el gusto, en los sabores que la historia incorpora, como aquella hermosa, roja y aterciopelada manzana que hizo que Blanca Nieves no se pudiera resistir de probar. Podemos sentir por medio de la imaginación y darles vida, aspecto como fragancia a los personajes. Incluso estar seguros de que la Bella princesa se parece a mamá.
El juego es una estrategia poderosa para enseñar, los niños aprenden jugando y con la lectura encontraran su capacidad creativa. Para poder prepararlos a la lectura debemos hablarles, cantarles, ponerles música desde antes de nacer. Ya cuando nacen, incorporar a esa forma de compartir con ellos, cuentos de acuerdo a su capacidad; destinar un lugar donde el niño encuentre sus cuentos favoritos. También el ejemplo es fundamental, el niño debe ver que sus padres practican la lectura para que el, la pueda imitar. Ojalá en la rutina de ir a dormir se le pueda eventualmente regalar un pequeño cuento que le brinde un sueño sereno. Otra forma es despedirlo con palabras tranquilas que le den calma y bienestar.
Otro de los beneficios del cuento es que reduce la ansiedad, a partir de la relajación que encuentran en este ejercicio. Además desarrollan la empatía y habilidades sociales que para la edad de los 10 a los 12 años necesitan haber sido bien ejercitadas, para que tengan la posibilidad de ponerse en el lugar del otro y reflexionar sobre sus actitudes y acciones. El cuento le permite imaginar a cada personaje y experimentar las características de su forma de ser; le enseña que ellos sienten emociones como: enojo, dolor, alegría o tristeza de acuerdo a lo que les va ocurriendo en la historia.
Los cuentos permiten gestionar emociones; podemos invitar al niño a dar su opinión, por ejemplo, acerca del lobo feroz y la forma en la que se le presenta a caperucita, cómo utiliza el engaño para hacerle daño y de esta forma estamos enseñándole a protegerse, porque afuera hay personas que no se ven como el lobo pero si se comportan como él.
Como padres, ésta etapa es la oportunidad de disfrutarlos teniéndolos muy cerca y poder entregarles el mejor regalo, el amor y todas las enseñanzas que un día recordarán al enfrentar la vida, ya que sólo se es niño una vez.
"Cada vez que me veo en apuros entro en contacto con las historias, la fantasía. Y soy feliz"
Orhan Pamuk
Todos tus escritos son hermosos, estoy muy orgullosa de ti. Compartes tus conocimientos, experiencias, inteligencia y sabiduría con toda persona que lo necesita. Gracias por tu ayuda tan desinteresada a tantas personas. Dios te continúe bendiciendo.
ResponderEliminarMuchas gracias por la motivación!
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