Mi hermano menor me preguntó: alguna vez pensaste vivir
las cosas que has vivido? El futuro te asusta o has aprendido a confiar?
Le respondí: ni en
sueños pude alcanzar a precisar las vueltas de la vida y los retos con los que
me he encontrado en el camino hasta ahora, aunque si era responsable y esperaba
lo mejor con cada decisión que tomaba.
Pensamos con ilusión en que debemos estar preparados para
la vida cuando es el mismo vivir quien lo proporciona. Pretendemos prepararnos
para el futuro que proyectamos ingenuamente, y son esas proyecciones en las que
basamos lo que consideramos éxito o derrota, pero por mas que nos esforzamos
nunca estaremos completamente preparados con lo que la vida presenta, ya
que la vida siempre nos sorprende.
Lo que debemos cuidar es el proceso: Teniendo orden
para hacer una adecuada planeación, estableciendo objetivos concretos y
bien delimitados no intentando abarcar mas de la cuenta y se necesita una alta
dosis de realismo para comenzar a decidir lo que nos ayuda a acercarnos al
objetivo trazado.
No se puede vivir sin ilusiones pero hay que saber ser flexibles,
también la fuerza de superación debe ser mayor, para sacudirnos y levantarnos
todas las veces necearías antes de conseguir una meta.
Los desafíos y fracasos, son cosas que te
demuestran que el camino al éxito no es lineal ni que el éxito es aquel
pedestal de reconocimiento donde la riqueza y la fama lo completan. El fracaso
es el maestro que encamina hacia el éxito porque el proceso es más valioso, es
diciente es el que le aporta mérito e inspira.
El éxito para mi es la capacidad de amarse y amar, de
estar agradecido con lo que se tiene, y vivir confiado en Dios.
Lograr esa mentalidad no es fácil ni es a lo que se llega y nada más, es
una lucha constante contra uno mismo, las circunstancias y el dolor.
Nuestro éxito no es algo
que debemos dejar que lo determinen los demás, cada quien tiene una lectura de
la realidad, con algunos coincidiremos con otros no, pero eso no significa que
no puedas tener criterio sobre tu trabajo o labor cualquiera que sea, cuando te
esfuerzas y lo haces con entrega, respeto, pasión y amor. Es mejor hacer las
cosas siendo honesto y autentico sin esperar reconocimiento porque puede que
este nunca se de.
Si tu te valoras sabrás que el
esfuerzo constante te mantendrá por buen camino, lo cual es un éxito ya
cantado. Así que no hemos fracasado, estamos construyendo éxito.
El fracaso no es una opción porque todo el mundo tiene
que tener éxito.
Arnold Schwarzenegger
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