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El Abandono una Herida Profunda.





Todos alguna vez hemos escuchado la expresión que dice "me siento solo entre mucha gente". Tendemos a relacionar al abandono únicamente desde lo físico, pero cuando alguien que representa mucho para ti se aleja poco a poco afectivamente con el desinterés, la apatía y la frialdad, genera los mismos efectos de una abrupta desaparición. El abandono puede sufrirse en cualquier etapa de la vida pero se es más vulnerable en la infancia por estar en pleno desarrollo la personalidad. También se siente en las relaciones  familiares cuando los padres no quieren hacer parte de la vida de los hijos o cuando los hijos teniendo padres afectuosos y preocupados no sienten ni demuestran interés por mantener viva la relación. Se puede vivir en la relación de pareja e incluso puede sentirse por la sociedad cuando esta no ofrece las condiciones para vivir dignamente. 

Para aquellos que se enfrentan con el sentimiento de abandono, les es difícil determinar exactamente la razón de su gran tristeza y malestar general, no se dan cuenta o no logran asociarlo.

La sensación de abandono es experimentada cuando se pierde la conexión emocional con las personas más importantes de la vida, quedando todas aquellas necesidades emocionales particulares insatisfechas. Todos tenemos la necesidad de ser escuchados, aceptados, comprendidos, valorados, acompañados y amados. No obstante, lo que varía en cada persona es la intensidad de dichas necesidades, que en algunos casos puede ser perjudicial, es el caso de los que necesitan confirmar constantemente que son aceptados por todos en todo y si esto no sucede se sienten incompetentes.

En una pareja, sentirse abandonado puede aparecer por diferentes factores, uno puede ser temporal donde hay un distanciamiento emocional debido al trabajo, estrés, enfermedad que obliga a la persona a centrarse en sus problemas personales. En otros casos puede deberse a que la pareja está pasando por una crisis en la relación. Otra situación que puede causar sentirse abandonado por la pareja, es la falta de intereses comunes y se puede manifestar cuando se busca más de la compañía de amistades en el tiempo libre en lugar de compartir experiencias juntos o por el contrario se pasa tanto tiempo juntos que se pierde la curiosidad y el interés por el otro. La falta de comunicación representa el principal motivo del distanciamiento y el sufrimiento por abandono, el preferir cargar en silencio preocupaciones para no afectar a la pareja o simplemente el no ser honesto y sincero para expresar lo que está sucediendo, particularmente con su vida y la relación, comienza a abrir esta brecha dolorosa. En las relaciones es importante ser claros y manifestar abiertamente lo que necesitamos y lo que ocurre en nuestro mundo interior, para que la otra persona tenga la oportunidad y la certeza de saber cómo actuar y que opciones buscar juntos.

Las consecuencias que puede traer el abandono son muchas, por ejemplo, a nivel psicológico la persona se le dificulta confiar en los demás, se da una idealización del amor que le traerá más experiencias dolorosas. También la persona podría desarrollar una excesiva preocupación por los demás y compulsiva generosidad con personas que no la necesitan o no valoran. La desconfianza también podría manifestarse a través de los celos patológicos o en conductas como el egoísmo y el aislamiento, entre otros. La persona siente una gran necesidad de pertenencia, acompañada por el pánico de exclusión, que desencadena un alejamiento emocional a pesar de que exista el apoyo por parte de otros.

Pueden convertirse en personas demasiado independientes y desapegadas emocionalmente para protegerse del sufrimiento de ser nuevamente abandonados. Con la excusa de “ser libres”, ocultan su dificultad para involucrarse emocionalmente en una relación comprometida, saltando de relación en relación, convirtiéndose en abandonadores, que repiten el abandono que intentan superar. La inseguridad para tomar decisiones determinantes puede estar ligada con la herida del abandono, manifestado con el miedo a la soledad, evitando confrontar a los demás demostrando sus necesidades reales.

Una forma encubierta de abandono contradictoriamente es la sobreprotección, un adulto que en su infancia fue sobreprotegido puede comportarse temeroso, aprensivo y desconfiado, debido a que la sobreprotección coarta la libertad y el buen desarrollo afectivo a través de la falta de confianza. Por esta razón, tanto en el abandono como en la sobreprotección se siente minusvalía y falta de inteligencia emocional. El miedo a la libertad es lo que hay de fondo, no se tiene la posibilidad de "ser" porque la atención y el afecto están condicionados. La persona puede sin saber tratar de ocultar este temor con la atención y cuidado desmedido por los demás, Sin embargo lo que hay detrás de esta conducta es un reclamo de reconocimiento y valoración que paradójicamente lo está convirtiendo en esclavo de aquellos por los que se desvive. Cada modalidad de abandono tiene consecuencias propias y particulares que deben ser descubiertas para ser superadas.



La soledad nunca es más cruel, que cuando se siente en estrecha proximidad con alguien que ha dejado de comunicarse.



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