Hay una frase muy recurrente en nuestro vocabulario que dice: "me da igual!", pensemos si realmente tiene aplicabilidad en la vida. Cuando nos encontramos con que todo nos "da igual" puede ser un indicador o síntoma de que algo no está bien, por que nada "da igual" si nos detenemos a pensarlo; ya que nuestra vida está basada en constantes decisiones y estas tienen consecuencias: por ejemplo en el caso de escoger como saludar, con quien hablar, que usar, que comer y así sucesivamente, vemos que el impacto de estas pequeña decisiones tienen un efecto fundamental y profundo en nuestra vida. Hay enfermedades como la depresión que su principal manifestación es ese tipo de actitud ante la propia vida que todo "da igual", no se aprecia lo positivo y no se percibe lo riesgoso por un desequilibrio químico del cerebro que puede ocurrir orgánicamente (endógeno) o desencadenado por situaciones externas como la perdida de un ser querido entre otras, en cu...
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