El cuerpo también habla

La congruencia es armonía entre sentir, pensar, hacer y decir; pero también es la unidad entre la mente y el cuerpo,   la congruencia es el resultado de un proceso de desarrollo, diferente al físico, es una madurez intelectual, psicológica y espiritual,  se manifiesta cuando optamos por escuchar nuestra conciencia, para pensar y sentir el mundo buscando una interpretación personal para fundamentar  las decisiones que tomamos, teniendo en cuenta la responsabilidad que implica, nos alejamos de las definiciones de los otros para establecer nuestro propio sistema de creencias, verificando que cada acción que tenemos nos ofrezca valoración de si mismos y  beneficie o no atente contra los demás. 

Pero para ello hay que forjar nuestro propio criterio y éste se desarrolla reflexionando, dedicando tiempo a conocernos y a pensar el mundo desarrollando unos argumentos propios. Ser congruente es la señal de que hemos alcanzado la madurez, nuestra individualización,  asumiendo la responsabilidad de las emociones, pensamientos y acciones.

Otro indicador de la congruencia es la autorregulación  que consiste en la capacidad que tiene un organismo de ponerse en contacto con sus necesidades internas, físicas o psicológicas, en otras palabras se trata de estar en el ejercicio permanente de identificar las necesidades para poder satisfacerlas, por ejemplo cuando decimos que tenemos frío hemos reconocido sensaciones físicas que nos incomodan y que nos movilizan para poder buscar abrigarnos o las necesidades pueden ser psicológicas por ejemplo establecer que sentimos tristeza por signos que presentamos como llanto, decaimiento, con ideas negativas sobre nosotros o de otras personas, entonces al establecer  cual es la necesidad y en caso que sea ser escuchado el buscar hablar con alguien de confianza, ayudaría a aliviar esa sensación de malestar. 

"Todo cuanto hemos entendido, reflexionado y comparado está dispuesto para servir a la razón." - Juan Luis Vives

Cuando se es congruente ser responsable se vuelve un estilo de vida, se valora la experiencia de los demás para aprender de ella y se convive respetando las normas sociales. También el ser congruente reconoce las limitaciones y tiene claro de lo que no se es responsable, no controlamos la mente de los otros, ni lo que sienten ni lo que hacen, cuando se intenta tomar responsabilidad por lo que no nos corresponde ponemos en peligro nuestra autoestima ya que irremediablemente fallaremos en las expectativas trazadas por que no mandamos en la vida de los otros. También en el medio hay fuerzas establecidas de tipo político y social etc, que podemos no haber elegido sin embargo somos responsables de como respondemos a ellas.

La congruencia también es la unidad entre mente y cuerpo, debe haber correspondencia entre los procesos conscientes e inconscientes  que hacen parte del organismo.

La incongruencia aparece como un síntoma de señales dobles, como cuando una persona en forma consciente expresa algo, pero su cuerpo de manera involuntaria refleja otra cosa. Por ejemplo cuando alguien dice que se siente contento pero su tono de voz no lo refleja y no se da cuenta.

La incongruencia es una fase necesaria para buscar restaurar el equilibrio interior gracias a ella podemos conocer nuestras vulnerabilidades lo que ignoramos o reprimimos de nuestra personalidad. Por ejemplo la persona que se define como alguien que está tranquilo pero en el momento de contestar ante la pregunta ¿como estás? Sus gestos lo traicionan u otras señales de su lenguaje no verbal.

Entrar en crisis de nuestra identidad encierra una oportunidad, el surgimiento de algo nuevo, para conocer aspectos que nos afectan, para buscar ayuda, para poder mejorar y aprender. Por esto es importante atender a lo que hay detrás de un estado alterado, analizar las pesadillas, los problemas al relacionarnos con los demás, pueden ser una alarma que nos anuncia que hay que cambiar, que algo no está funcionando en nuestra manera de actuar y de interpretar el mundo. Por eso no podemos hablar de la congruencia sin conocer el valor que hay en la crisis para poderla alcanzar.

La congruencia se fomenta:

Al conocernos teniendo en cuenta las habilidades, dificultades, identificar nuestras necesidades también las problemáticas que debemos superar.

Aceptando que a lo largo de la vida en las relaciones interpersonales podemos escuchar comentarios y criticas sobre nosotros, pero al quitarle el carácter agresivo a las palabras podemos estudiar el contenido, desde la tranquilidad de saber que cada uno es quien puede definirse a sí mismo.

Al estar dispuestos a analizar el mensaje, comentario o critica y determinar si hay lógica en ello para tomarlo como crecimiento, en lugar de defendernos o justificarnos.

Estando abiertos a la interacción, no hay palabras que nos puedan herir sin nuestro permiso, si sabemos quienes somos, cuando estamos dispuestos a escuchar y analizar lo que nos dicen podemos tener una mejor actitud ante una situación de critica.

Desarrollando flexibilidad mental y una fuerte autoestima para afrontar los comentarios con tolerancia ante las opiniones que pueden tener los demás sobre nosotros. Recuerdo a mi abuelo decir "- El que tiene boca para hablar que hable", mensaje corto pero conciso, significa que la gente puede decir lo que quiera y que mientras lo pueda hacer lo hará, es algo humano, pero nosotros somos quienes determinamos la importancia de las palabras.

Nuestro cuerpo habla, somos un todo, cuando dices algo todo tu cuerpo acompaña la respuesta, sólo que este no sabe mentir, es auténtico, es directo, y corresponde a los sentimientos reales, así no seas consiente aún de lo que te pasa. Revisa tus posturas, el tono de tu voz, las afecciones que tienes actualmente, y ponles voz, tienen mucho que decirte sobre ti, ese pie que constantemente mueves o tu respiración que tan pausada y profunda está siendo, tu cuerpo tiene mucho que contarte para superar aspectos de tu vida, dedícale tiempo, involúcralo en tu proceso y dialogo constante.

"Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes." - Jorge Bucay