Este pequeño texto nace al verme reflejada en mi hija adolescente cada vez que se intenta peinar mientras me mira impaciente diciéndome: "mamá por qué no nací en Corea?" En algunas es un manto de seda, en otras una maraña nos creció por cabellera, caprichosa e indomable, volátil, esponjosa, se estira y encoje en la leve brisa como una mariposa. Es un camaleón que como inmaculado lienzo pinto multicolor, testaruda e ingobernable nube protectora de las ideas que atesora. Después de tantos años luchando por hacerte diferente ahora te abrazo con mi mente y te libero con la aceptación, entregándome a la gracia que vio Dios cuando me imaginó. Carolina Massa