Narciso es el símbolo de nuestro tiempo: Admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades; tendencia que busca evadir el desencanto que la realidad le ofrece, creyendo lograrlo a través de concentrarse en sí mismo, pero en una forma superficial. Es una ruta de escape, aparentemente benéfica, pero que no logra soluciones eficientes a la necesidad real; simplemente consigue una existencia llevadera distraída de los asuntos que no ofrecen entretenimiento o divierten, pero también con una intención de presentar una buena versión editada de sus vidas y todo esto es posible apoyados en los medios de comunicación que ofrecen todas las posibilidades para alcanzar dicho cometido.
El ambiente se desliza en una indiferencia relajada, es una era obsesionada con la información y la expresión, pero desde una comunicación sin interlocutor porque ahora es el emisor el principal receptor, tal como lo indica Gilles Lipovetsky, filósofo y sociólogo francés en su obra La era del vacío, donde analiza la llamada sociedad posmoderna, con temas como el narcisismo apático, el consumismo, el hiperindividualismo psicologísta, la deserción de los valores tradicionales entre otros temas. Aunque la necesidad de expresión sigue existiendo, desde esta la lógica del vacío, se le da poco o ninguna importancia al interlocutor o al contenido del mensaje debido a que la importancia la da el sólo hecho de poder difundir la propia imagen.
El ambiente se desliza en una indiferencia relajada, es una era obsesionada con la información y la expresión, pero desde una comunicación sin interlocutor porque ahora es el emisor el principal receptor, tal como lo indica Gilles Lipovetsky, filósofo y sociólogo francés en su obra La era del vacío, donde analiza la llamada sociedad posmoderna, con temas como el narcisismo apático, el consumismo, el hiperindividualismo psicologísta, la deserción de los valores tradicionales entre otros temas. Aunque la necesidad de expresión sigue existiendo, desde esta la lógica del vacío, se le da poco o ninguna importancia al interlocutor o al contenido del mensaje debido a que la importancia la da el sólo hecho de poder difundir la propia imagen.
El narcisismo surge de una estampida que huye de los valores tradicionales que establecen compromisos sociales, recreando una escala basada en el egoísmo y la banalidad, como el culto al cuerpo, al dinero y la fama a costa de lo que sea, entre otras cosas; todo esto ayudado por la de-sensibilización gradual de la rapidez con la que viaja la información. Las noticias no dan tiempo de procesar las emociones que evocan; por lo tanto, no permiten el desarrollo de una conciencia social duradera, sino que todo pasa sin pena ni gloria.
La atención se centra entonces en la promoción del individualismo y se manifiesta con una apatía frívola ante lo que lo rodea. Se vive el presente pero sin una conciencia histórica; no se valora el proceso y lo que ha implicado, sólo se busca la inmediatez de lo deseado. Los grandes pensadores, el arte, la literatura, la naturaleza, la expresión de sentimentos profundos es meramente cursileria, hemos terminado por acostumbrarnos a lo peor que se consume en los médios, aceptándolo como lo normal del día, se nota incluso en los niños que ya nada les sorprende.
La familia ha sufrido cambios debido a la transformación de las condiciones de vida:
¿Qué calidad tiene el tiempo compartido? ¿que tipo de valores se fomentan? El materialismo le ha dado otra dirección a los comportamientos, todo gira hacia la busqueda del éxito a toda costa, la máxima ganancia, la competencia despiadada lo cual deja poco tiempo y energía para la busqueda de lo profundo, favoreciendo lo práctico.
¿Qué calidad tiene el tiempo compartido? ¿que tipo de valores se fomentan? El materialismo le ha dado otra dirección a los comportamientos, todo gira hacia la busqueda del éxito a toda costa, la máxima ganancia, la competencia despiadada lo cual deja poco tiempo y energía para la busqueda de lo profundo, favoreciendo lo práctico.
El sentido de la existecia y la experiencia con lo trascendente parece estar siedo sepultada por una sociedad que se supone debe estar muy satisfecha de sí misma. Este estilo de vida frenético pone de frente a otra problemática y es la dificultad de estabelecer relaciones interpersonales sinceras ya que los critérios con los que se considera a las personas son de carácter material, económico y hedonista es decir las personas son simplemente tenidas en cuenta como fichas, por el interes que puedan despetar y saciar en los otros, todo esto ha provocando en las personas una busqueda irracional de experiencias afectivas y emotivas que no impliquen algún compromiso moral o social, asumiendo una espiritualidad a la carta donde se escoge un poco de cada cosa de matéria religiosa, ahora el significado de la verdad es lo que dice y hace la mayoría.
Por otro lado el narcicista detras de su soberbia y su egolatría o su constante busqueda por la aceptación y reafirmación de sí mismo, lo que oculta es una gran vulneravilidad frente a situaciones de estres y sufre de baja autoestima lo plantea: Christian Jarrett en su articulo se basa en un estúdio de la conducta narcicista, (Why We should pity attention seeking narcissists. Revista BBC Future) se argumenta que este tipo de personas tienden a pensar negativamente sobre si mismas por lo cual su conducta demanda elogios y exceso de atención de los demás. Lo que tambien nos invita a direccionar nuestro punto de vista frente a este tipo de conductas para identificar en su fondo una problemática más compleja.
El querer tocar este tema ha sido con el propósito de sensibilizar ante esta realidad que impera, para despertar otro tipo de procesos desde la comprensión de los hechos, Además porque aunque el mundo se esté moviendo bajo éstos princípios no significa que se obtenga algo mejor haciéndose un ermitaño o hundiéndose en la absoluta depresión, o por otro lado terminar como aquellos que creen que rechazar la tecnología es la solución, tampoco aporta las actitudes como los famosos haters de las redes sociales que lo que consiguen es exponer la intolerancia que se come la humanidad. Es un llamado para pensar detenidamente en los princípios en los que estamos construyendo nuestro diário vivir, para contrarestarlo se necesita un cambio en la forma en la que se asume la vida, la valoración propia que se basa en estereótipos sociales y no en la aceptación de quien se es por lo que se es como persona, incluso el valor que se tiene es tan grande que es transcendental va más allá de la vida. El pensarse como un ser que puede influir para hacer del mundo un espacio mejor para si mismo y para todos cambia la dinámica de las acciones sin distraerse en lo material, depositando mejor nuestra esperanza en la única verdad la que es capaz de trasformarlo todo si se le pide, si le cree.
Es mas provechoso y costructivo hacer uso de las herramientas con las que se cuenta para considerar a los otros desarrollando una razón que involucre, el respeto, el amor en el proceso.
Hay que cuestionar antes de seguir conductas en masa y modas sin ser conscientes de lo que se hace o que se promueve; el mundo propone pero cada quien dispone, se cuenta con alternativas con fundamentos que contribuyen a mejores fines en este panorama, es conveniente hacer una pausa para reflexionar que se pretende con lo que se hace, asumirse con la seriedad que corresponde. Cuando damos el uso debido de los benefícios con los que se cuenta, promovemos el bienestar y valores como el respeto que encaminan a vivir con grandeza en todo lo que nos represente y avanzar en los esfuerzos para tener una convivencia en paz.
“Quien sólo vive para sí, está muerto para los demás.” Publio Siro
Christian Jarrett (is editor of the British Psychological Society's Research Digest blog. A cognitive neuroscientist turned science writer, his latest book is Great Myths of the Brain
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