Todos recordamos los cuentos que llenaron nuestra niñez de fantasía, que desarrollaron nuestra capacidad de análisis y nos enseñaron incluso valores importantes que hoy en día rigen nuestra vida. El cuento constituye una herramienta muy efectiva para asimilar la realidad ya que son acogidos de forma más directa y clara por su sencillez, en especial en los más pequeños. Los niños desarrollan la capacidad de pensar con símbolos e imágenes a partir de los 18 meses paralelamente con el lenguaje. También los padres por medio de los cuentos pueden fortalecer el vínculo afectivo con sus hijos y a la vez ayudarles a desarrollar su imaginación, enriquecer su lenguaje, potencializar su inteligencia e identidad. La mente y las emociones son estimuladas por medio del lenguaje. A través de las palabras y los sonidos de la voz de la madre y el padre, el niño percibe el amor, la seguridad, la aceptación y esto fomenta su autoestima. Los sentidos se despiertan, el oído, el gusto, en los