La congruencia es armonía entre sentir, pensar, hacer y decir; pero también es la unidad entre la mente y el cuerpo, la congruencia es el resultado de un proceso de desarrollo, diferente al físico, es una madurez intelectual, psicológica y espiritual, se manifiesta cuando optamos por escuchar nuestra conciencia, para pensar y sentir el mundo buscando una interpretación personal para fundamentar las decisiones que tomamos, teniendo en cuenta la responsabilidad que implica, nos alejamos de las definiciones de los otros para establecer nuestro propio sistema de creencias, verificando que cada acción que tenemos nos ofrezca valoración de si mismos y beneficie o no atente contra los demás. Pero para ello hay que forjar nuestro propio criterio y éste se desarrolla reflexionando, dedicando tiempo a conocernos y a pensar el mundo desarrollando unos argumentos propios. Ser congruente es la señal de que hemos alcanzado la madurez, nuestra individualización, asumiendo